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LOS 3 CERDITOS, "FIDEL"

LOS 3 CERDITOS, "FIDEL"

Leamos...

 (Perdón camaradas... pero nos detuvimos con los compañeros del partido en un terrible discusión teórica.

 El camarada  Murfichov sostenía, (en opinión por la minoría), que la camarada Nadia Komanesci tenia mejores glúteos que la inmortal Maria Sharapova.

 Como ustedes sabrán apreciar, el camarada Murfichov no solo peca de tener una desviación doctrinaria, sino que también, de minas no sabe un carajo).

 Sigamos con el cuento.

 Fidel era el hermano del medio, (con lo cual sus problemas psicológicos eran monumentales), y había vivido la etapa de estabilización de la "Gloriosa Revolución".

 Esa etapa en la cual nuestro "amado Líder" sentó las bases de lo que seria una civilización fuerte y milenaria.

 Había conocido lo que era tener una "doble ración de chocolate" y otras linduras del "socialismo realmente existente".

 Pero a pesar de esto, nunca se había sentido plenamente proletario.

 Siempre había tenido veleidades pequeño burguesas, siempre había soñado con ser un "cerdo" cuentapropista, y ahora, con unas monedas en el bolsillo, veía la posibilidad de dar el "gran salto adelante".

 Así que agarro la guita y la invirtió en la construcción de unos "coquetos" duplexitos.

 Por supuesto, para abaratar costos, empleo como mano de obra, a cientos de inmigrantes indocumentados, a los que pagaba con raciones vencidas de vodka y chipá.

 Mas luego, alquilo estos duplex a algunos miembros del partido, que por su rango y jerarquía política, estaban habilitados para vivir en otro lugar que no fuesen los "hiper confortables" apartamentos proletarios.

 Fidel, iba acumulando ahorros, compraba dólares, jugaba un poco a la bolsa, y por sobre todo, se sentia profundamente burgués.

 "un burgués feliz".

 Pero dentro del "monstruoso sistema de opresión capitalista" no hay alegría que dure cien años.

 Cierta tarde, cuando Fidel, leía "The Economist", mientras tomaba sol en la pequeña terraza de su departamento, escucho que alguien golpeaba la puerta de calle.

 Bajo a la sala y espió por la mirilla de la puerta.

 Allí vio al temible Lobo Feroz, y solo atino a preguntarle, "que desea buen Lobo", (véase el trato servil del cerdo Fidel para con los agentes del imperialismo).

 "mi estimado cochinillo", respondió el Lobo, (que también tenia un trato cortes con aquellos vende patrias que hacían el trabajo sucio en las colonias), "o bien usted me entrega toda la renta de sus duplex, mas, las escrituras de sus duplex, (que por supuesto dejaran de ser "sus" duplex), todas las ganancias que usted ha realizado con las espurias transacciones en moneda extranjera, mas, por supuesto, la cola,... o bien, me veré en la obligación de hacerlo cagar como corresponde", concluyo el Lobito.

 "¡pero que te pasa! ¡La gran concha de tu madre!", gimió el chanchito, "ahora llamo a mis amigos del sindicato, y a un par de diputados del buró y te hago tragar las palabras", y procedió a realizar un llamado  teléfonico.

 Ahora bien, no había terminado de marcar el numero en su celular, cuando ya un satélite en orbita sobre el Ecuador le señalo el objetivo a una bomba de Gamexan que barrio con todos los habitantes de la pequeña villita de Fidel.

 Acto seguido, el Lobo lo tomo al cerdo por una de sus patas, se hizo besar bien el culo, le acabo en el ombligo, y se lo comió como corresponde.

 Pero como el capitalismo se ensaña con aquellos pueblos que se extravían en su ruta al socialismo, se dirigió raudamente a la casa del último cerdito, el "valiente" León.

 Continuara...

 ¿Les va gustando chicos? ¿Ta lindo, no?

 Mientras esperamos la segunda parte, arrojemos al brasero, (sin que nadie, pero sin que nadie nos vea), esa fotito del "gran sabio y único líder de la revolución", a ver si levanta un poquito la llama que nos estamos cagando de frió.

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