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CATE 97: BOTINES

CATE 97: BOTINES

POR EL HOMBRE ILUSTRADO

 

Los primeros botines que tuve fueron unos Sacachispas.

Me los trajeron los Reyes la misma noche en que cumplía 4 años.

Más que seguro  fueron los 3 orientales de turbante, ya que en mi casa nadie le daba ni cinco de bola al fulbito.

 

Te acordás como eran los Sacachispas?

Lona negra.

Altos, casi como una bota de básquet.

Suela de caucho con unos tapones cuadrados que parecían gomas de borrar.

Una puntera, también de caucho, y en los tobillos, unos parches redondos y blanco que intentaban mitigar los puntapiés de algún defensor Murphyano.

 

Los jugué hasta que se hicieron mierda.

Se abrieron a los costados.

La lona se había podrido cuando los tapones ni siquiera se habían gastado.

 

Después por un tiempo no tuve más botines.

En casa eramos “tan pobres”, (ahorrábamos para llegar a pobres), que ni en pedo me podían comprar unos.

Así que para jugar usaba cualquier mierda.

Las Flechas.

Las Bochin.

Alguna vez me clave un fulbacho con las Skipys.

Cuando jugabas con las Skipys y le dabas de bolea, se te marcaban las banditas de goma marrón  en el empeine y te quedaba el pie como una empanada de roquefort.

Y más de una vez jugué en pata. Como corresponde a un matancero de ley.

 

Después, pegue un laburo que me dejaba una buena tarasca.

Como todo negro cabeza, cuando tuve unos morlacos en la mano me compré un par de botines Adidas.

Los Adidas “Adipan”que botines de la concha de su madre!!!!!!

Todo cuero. Cuero de verdad, no esta mierda de tela plastificada que utilizan ahora.

Cuero negro. Suela blanca de tapones integrados. Tapones medianos para que vayan bien en cualquier cancha. Tres tiras blancas. Eran realmente bellos. De esa belleza que murió junto con la década del setenta.

Si le dabas una lustrada te los podías poner para ir a bailar al “Deportivo, o a Derby”.

Una joya argenta, no como la mierda pakistaní con que nos han invadido.

 

Cuando ya era un boludo grandote, y influenciado (debería haber puesto, “influido”) por troscos y psicobolches peronistas del orto, me convencí que el mejor calzado para jugarse un “papi fútbol” (para vos que querés escribir lindo como yo pero no te animas, solo lo ves desde afuera, acá te enseño otro recurso literario. Ves que digo “papi fútbol” y no “fútbol 5”, es porque “papi” le da un toque “vintage” que redondea el color del texto), vuelvo, que el mejor calzado para jugar en piso de baldosas o cemento, eran las “Pampero 200”.

Y ahí voy yo con mis “Pamperito” recorriendo cuanta canchita invitaba  a un Fulbín.

Claro, las “Pampero” te obligaban al toque sutil. Mucho tres dedos. No porque te volviesen un jugador de “fina estampa”, sino porque lo primero que se le agujereaba era el dedo gordo, dejándolo al aire libre y “desguarnecido” ante las durísimas pelotas papieras.

El slogan de la marca debería haber sido “Pampero 200, nunca de puntin”.

 

Cuando volví a las canchas de “suelo orgánico” (un hallazgo!!!), primero en los fields de Mercado Central, con mis amigos del Urquiza y Las Achiras, y después, con mis hermanos Clandestinos en el “inabarcablemente glorioso” Mimara, se profundizo mi ya antigua tendencia al “rozamiento del ridículo” y calce los botines mas “carnavalescos” que podía conseguir.

Entre todos se destacan unos Adidas dorados. Bastante cómodos. Con los cordones que se anudaban sobre el costado externo del pie.

Esto supuestamente te permitía darle durísimo con el empeine sin que el “moño del nudo” produjese algún tipo de “turbulencia” que desviara el remate algunos milímetros de donde vos la querías poner.

Yo, ni por las putas, pude nunca sacar un chutazo de esos que parecen que se van a la mierda y bajan pegadas al travesaño, pero si logre una infinidad de esguinces (no te dije, el anudado al costado hacia que el pies “escorara” para afuera cual Titanic post iceberg) que me dejaron los tobillos en “extinción”.

 

Por estos días, cuando la parca cada vez esta mas cerca, he vuelto a los orígenes y ando por los pastizales y las tierras yermas, portando unos botines “ultra clásicos” que si los miras bien, podrían ser (poniéndole ganas bolú) una fusión de los viejos “Sacachispas” con los botines mas modernos.

 

El sábado pasado, por la Carrio y la Lobato, los “Reyes Magos” volvieron a darse una pasada.

Esta vez eran muchos los hermanos que por un momento se los veía como si hubiesen vuelto a ser pibes.

Todos calzados con sus botines nuevos.

Esos que “juegan solos”.

 

3 comentarios

Sergio Mini DT del 4 -

¡excelente! Me acorde de mi infancia, mis primeros botines unos PROFI DE ADIDAS SE CAMBIABAN LOS TAPONES

LUIS -

ALE... YO NO ESCRIBO LINDO, LA GENTE COMO VOS, LEE LINDO.

UN ABRAZO.

ale D.P.I -

Que buena historia!! sos el mejor para describir la que pasamos todos siendo pendejos y pobres!! Como ahora! soy uno de los que no save escribir lindo como vos!!