Para el mejor cabernet del mundo

Es una tarde de sol, no se la vaya a perder…!

El reloj marcaba la seis, fiel a su nuevo correr oficialista. Resistencia y fénix se sentían en México `86 quizá en una fase clasificatoria, quizá definiendo el campeonato, pero tan cagados de calor y necesitados de gloria como esos de hace 20 años atriqui.

El partido era prometedor y ambos se veían con chances, apoyados en los buenos partidos que habían realizado y en la idea de que cualquiera le puede ganar a cualquiera.

Arranca el partido, Resistencia esta con bajas arqueriles y carletianas, y el Coco Osvaldo ganandose el puesto, cuestión que mucho no le copa. Fénix con buen toque busca afirmarse y el partido empieza parejo hasta que apareció Marianiten y desemparejó, 1-0 para los portadores de la rojinegra.

A pesar de ello vinieron los cambios en R y C, y aparecen julito y Fabi, dos leones de la MGM rugiendo al servicio del equipo y como buenos profes-taxi aportando su despliegue al cabernetaje.

La escuadra de las cenizas( ¿hubo amor?), de la mano de una jugada tirodirecteril, emparda el tanteador. Dicen por ahí que el paraguayo le gritó “¡ Yutale yera`á!” y el morrudo delantero hizo eco de la petición, 1-1.

Si es nuestra identidad el sufrimiento y no poder ganar tranquilos, el entretiempo nos vino bárbaro para una charla técnica bien porá.

Y aquí semblanza de estos guerreros: Fer, el pseudos arquero le puso el pecho a las balas ( si entraba esa estabamos in the lona), le puso el pecho al puesto cediendonos a un Héctor de 3 que se comió la cancha (dice su señora que estuvo eructando tierra y pastito toda la noche) y algo más.

Claudio, fiel exponente del reventón, sacó todo lo que se parecía a un balón. Marquitos, que cada día que pasa la pisa y anda mejor, grita cual Giunta ( pero te van a echar bolú) y se destaca siempre. Rulo, o sea yo, de 4 hasta que el pulmotor y el pajometro marcan basta a los 15’. Cristian Jiménez (¿el patrullita?), dando oxigeno con sus escapadas por el andarivel derecho. El new Cucciufo, o sea Ventura garantía de confianza por la izquierda (auspicia Garbarino…).

Arranca el segundo tiempo, Marianiten, op. cit .y Juan Pablo, los nuevos valores, juegan y tocan y pican de lo lindo, se acoplan a un Julito, op. cit., que hace que que el equipo apriete y avance.

Fénix intenta y Romualdo Arpi Filho , que se sube al tren de esa intentona, cobra cualquier cosa. Pero hablando , se encendió nuestra locomotora, otrora obsoleta para algunos y con destino a Tafí Viejo para otros. Acto seguido

lo tan esperado(especialmente para su familia) se hace realidad, ¡ Cristian desvirgó su currículum goleador para alegría de la escuadra y de su hincha mas seguidor ¡Aguante Facu!.

Avanza Fénix, pero los que corren riesgo de ser bebido con moderación o sin ella protagonizan una seguidilla de ataques ( no de sucesos bochornosos), hasta que otro virgen, no de Luján, no de Itatí ni Lourdes , el Rulo de todos, en un final de jugada digno del Colón, y en una maniobra que no puede explicar la ciencia moderna, clava en la red el tercero y lo festeja con toda la hichada (o sea nosotros mismos). El poeta de barrio escribió, “...y otra vez aparecieron los duendes del Newbery y poseyeron la diestra de un jugador de melena enrulada para clavar en el arco la bola que sacudió el corazón y las gargantas de los resistentes caberneteros”.

Cuatro partidos espantando a la derrota y dos triunfos al piolin en partidos chivos vengan la bronca de tantos puntos escapados. La alegría no tem fin…!

Salud  Fénix, equipos como ustedes dignifican el clande. Sigan apantallando el viento para que el fuego sagrado de los sábados no se apague.

 

PD1 : Marianito, apuntá mas bajo que un día vas a arruinar el tren del ramal Haedo-Temperley y te las vas a tener que ver con Pino Solanas!

 

PD2: Para estadisticos y entendidos: este equipo esta recuperando los dólares invertidos en goles, sino pregúntenle a  Juan el Pampa Sosa (clonado con Puma Morete), que esta vez no mojó pero que esta en el acecho permanente.

 

Colaboraron en esta magna crónica el Pelado Barthez y  Fabián