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"ERRARUM, BESTIARUM EST"

Estábamos en el bar del Newbery cuando se sienta en nuestra mesa el arquero de "Cachengue" y nos dice-"Gracias, nos perdonaron la vida"-

El comentario, bastante gráfico, sobre todo por venir del arquero rival, nos confirmó que no era nuestra imaginación, nos perdimos una bocha de goles, menos mal que ganamos tres a uno, pero pudo haber sido un empate e incluso pudimos perderlo. Si pasaba esto último, por como se dio el partido nos tendríamos que haber suicidado en el medio de la cancha al estilo samurai

Cachengue presentó un equipo completo pero con algunas ausencias con respecto al equipo del torneo pasado, esto pudo haber afectado su rendimiento. Ostrilión, se presentó con los mocosos de siempre y un par de jugadores que estan entrando en sintonía rápidamente. Empezamos perdiendo, como para mantener la tradición, en uno de los pocos , sino el único remate de los "murgueros" al arco de La Bestia. Pudimos empatar a través de una exquisita definición de Fernando "Gago" López, después de una competencia interna para ver quien erraba mas goles

El segundo tiempo nos encontró yendo para adelante, tirando paredes, triangulando, haciendo subir los laterales, cambiando de frente y llegando con hasta cuatro hombres frente al arco y errándole asquerosamente a los 7 metros con 12 por 2. 44 metros. frente a un arquero que se quedaba petrificado ante la aparición de una manada de camisetas azul grisáceas, ¿Para que se iba a mover si le errábamos solos? Las tiramos casi todas afuera, digo "casi" porque Gokú se equivocó y la puso al lado del palo en un tiro libre perfectamente ejecutado y Fernando metió un tercer gol, segundo personal, para cerrar el marcador.

Lo único que nos consuela es pensar que ya erramos todos los goles que se pueden errar en el torneo, así que supuestamente desde ahora tendrían que entrar todas las ocasiones de gol que tengamos, sería lo lógico según las mas elementales leyes estadísticas, el cálculo de probabilidades, la ley de relatividad y las "leyes del morfi", pero como esto es fútbol, las únicas leyes que imperan son la del libre albedrío y la lógica de la anarquía, no podría ser de otra manera y menos si jugamos con pelotas con conejos vivos adentro. Nos vemos el sábado.

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