HOLOCAUSTO NUCLEAR, (EL PADRINO)
La cosa era más o menos por el año 85, 86.
Todavía el “Muro de Berlín” se levantaba separando al mundo “libre”, del “stalinismo totalitario”. Las “Torres Gemelas”, erguidas en plenitud, le daban la bienvenida a todos aquellos que llegaban a Nueva Cork en un avión de “American Airlines”, (luego se morfaria a dos aeronaves, cual joven damisela que se prende en un “sanguchito erótico”). Alfonsin nos mandaba a una casa que debería “estar en orden” pero que ya se sentia caer a pedazos.
El Clande aun no había armado sus filas, por lo cual, bien podemos decir que el mundo carecía de sentido, pero aun así, la gente, y este mortal que escribe, hacia lo que podía por sobrevivir de la mejor forma posible.
Sobrevivir en un mundo “bipolar”, (cuando “bipolar” expresaba un contenido político, y no el putezco significado que ahora representa), decía, en u mundo que se “debatía”, (por lo menos en lo discursivo) entre las dos grandes potencias que había dejado la gran guerra.
Lo que sobrevolaba sobre nuestras cabezas era el fantasma de una tercera guerra nuclear. Una guerra atómica que iba a arrasar con todo lo que respira (y lee el pagina 12) sobre nuestro amado planeta.
En este contexto yo laburaba en un “taller grafico”.
Aun no pertenecía al gremio docente.
Lo cual me hacia inmensamente feliz, pero me prohibía la sensación estimulante y vertiginosa de ir a “reconocimiento médicos” a justificar una falta al laburo.
Trabajaba en el barrio de Pompeya, a un par de cuadras de la estación para el lado de Boedo.
Uno de los dueños del taller era Carlos Nigro, “Carlitos”. Un tipo grandote, extremadamente macanudo, y que jugaba “mas que bien al fútbol”.
Si tuviese que compararlo con algún jugador de primera, (el tipo había jugado en primera), diría que jugaba con el estilo del “ingles” Babington.
Buen toque, una gambeta justa y solo tirada en casos de extrema necesidad, y una pegada que servia tanto para dar un pase milimétrico, como para pegarle con virulencia al arco.
Habíamos armado, con el resto de los dueños y proles del taller, (en una autentica “conciliación de clases” que hubiera hecho las delicias del “impotente y pedofilo” Perón, y a la “puta” de su mujer, Evita), que se llamaba “Siniestros”, y jugábamos ahí donde el “fulbacho” (aun no “fulbito de verdad”) nos requiriese.
Falta decir que en esa época me decían “Loco”, mejor dicho “Loquito” (notaron que todo el mundo me llama por un diminutivo, “loquito” “luisito” “gonzalito” y así y mas), vuelvo, “Loco”, apodo que me acompaño durante todo el tiempo en que fui del gremio de Raúl Ongaro. (Ahora algunos prefieren decirme “hijo de puta” (y son mas de uno), apodo que no funciona, ya sea por su extensión, como porque adolece del diminutivo, debería ser “hijito de puta”), y me decían “Loco” porque en realidad lo estaba, (aun lo estoy).
Por otro lado, ambos alucinábamos con el hecho de que se venia, que teníamos flotando sobre nuestra cabeza, “La Guerra Nuclear”.
Para bolú, no te olvides que era la época de Reagan y su “Guerra de las Galaxias” y toda esa mierda.
Y como cada uno de nosotros hacia “terapia”, estábamos “armados” hasta los dientes con cajas y más cajas de “Valium 10”. (Mas lo que me proveía mi vieja, PAMI mediante. Vieja te extraño… ).
Así que a media mañana, Nigro entraba al lugar donde yo laburaba al grito de “Loquito, loquito, los hijos de puta van a tirar la bomba”, y ahí, abría uno de los cajones de la mesa de laburo, sacábamos un blister de puro “Roche” y nos empastillabamos a morir.
A la tarde, a las 2 o 3 mas o menos, me iba a donde esta Carlitos trabajando con unas fotos y le decía “Nigro, la gran concha de su madre, nos vamos a freir hasta los huevos”, acto seguido, atacábamos al “Roche” como si fuese garrapiñada.
Una noche estábamos jugando un fulbacho en una cancha que quedaba en lo que ahora es “Tierra Santa”, por aquellas épocas era solo uno de los alrededores de la costanera convertido en “polideportivo”.
Jugábamos con un equipo de pibes que trabajaban en la Terminal de micros de Retiro.
Nos estaban cagando a baile, pero el resultado estaba cerrado. Creo que íbamos empatados en uno o dos goles, y que íbamos por el arranque del segundo tiempo, más o menos.
En algún momento, y por esas cosas que tiene en aeroparque que los aviones bajan por un lado de la pista según el viento, parece que el viento cambio y que los muy putos empezaron a descender casi arriba de nuestras cabezas.
El ruido era ensordecedor.
El aire parecía privar como cuando te paras delante de un baffle y le das power al stereo.
Ahí se me acerca Nigro y casi como en un susurro me dice “loquito, nos están atacando. Las bombas, loquito. El hongo atómico, loquito. Terminemos este partido del orto y vayámonos ya a la mierda”.
Tras cartón saca un tira de “Valium 10” de la media y reparte cinco “ostias” para cada uno.
Después fue un baile.
Los cagamos a pelotazos a los muy “putos bombarderos”.
Como empujados por el “fuego atómico” los pasamos por arriba.
Toques, gambetas, paredes, una sinfonía de buen juego.
“volábamos” (gracias “Roche”).
No me pregunten como carajo termino el partido.
En un corner el hijo de puta empezó a gritar “no tiren la concha de su madre, no tiren”.
El desconcierto fue formidable.
Un desbande incontrolable, mas, cuando nadie sabia quien era el que tiraba, ni que mierda iba a tirar.
Yo agarre la pelota y Nigro manoteo los bolsos.
Empezamos a correr sin siquiera parar para ver donde carajo estaba todos los demás.
Carlitos rumbeo para el lado de Ciudad Universitaria, y volvió al laburo como a los cuatro días.
Yo según me cuentan, atravesé plaza San Martín y me perdí por la peatonal Florida, mientras le gritaba a la gente, “pónganse las mascaras, cornudos de mierda”.
La semana siguiente prometimos que íbamos a rescatarnos.
Dejamos el “Valium 10” y nos pasamos al “Estelacine”.
2 comentarios
PADRINO -
UNA COSA EXTREMADAMENTE ARTESANAL, "CUASI MEDIEVAL".
YO TRABAJABA EN UNA MAQUINA QUE SE LLAMABA "SACAPRUEBAS", ERA COMO UNA ROTATIVA PERO "MANUAL!!!", Y CARLITOS NIGRO LABURABA HACIENDO LA SELECCION DE COLORES DE LAS FOTOS QUE IBAN EN EL IMPRESO, "TAMBIEN MANUALMENTE!!!
EL LABURO QUE HACIAMOS 5 O 6 PERSONAS, AHORA LO HACE UN TIPO CON UNA PC.
POR EJEMPLO, LA TAPA DE ESTE CATE, LLEVABA COMO UNA SEMANA DE LABURO, CADA FOTO SE RECORTABA A MANO, Y CADA TEXTO SE APLICABA USANDO EL VIEJO "LETRASET".
ADEMAS, COSTABA UN FANGOTE DE GUITA.
GRACIAS POR LA CRITICA, VOS SABES MUY BIEN QUE YO JAMAS ME ENOJO CUANDO RECIBO ALGUN COMENTARIO ADVERSO.
DI POR SOBRENTENDIDO A QUE CLASE DE "TALLER ME REFERIA"
UN ABRAZO
el roca ñastro -