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éxito y ocaso en dos actos

Clande vs M12

No pensaba escribir nada porque el resultado del fin de semana me había sacado las ganas, además de que fui el mayor culpable dela derrota.

Pero el martes a las 7:30, ya en el cole, abro la página del Cate y veo que alguien había escrito. Pensé que era Luis Gonzalez que después de la alegría que sellevó el lunes (adelanto que nos ganaron bien) raudamente publicó un artículo comentándola. Pero no era así. Un anónimo escribió unas líneas sobre la revista y el alcance de la misma que me sorprendieron y me devolvieron las ganas de escribir (lean el artículo "Historias, logros y gracias).

Así que decidí hacer un bollito mi decepción y tirarlo al cesto de residuos (¡que fino que estoy!) y de paso no fallarle al amigo editor.

Veníamos contentos porque el sábado le habíamos ganado a Sutecc, el 2° de la tabla y de muy buen juego, con claridad y con fútbol. Nos mostramos sólidos atrás y creativos adelante. En fin, veníamos con confianza, no agrandados pero seguros. Y así salimos a la cancha el lunes para enfrentar al equipo del clande.

La verdad no pensé que jugaran tan bien los guachos. En el 1° tiempo nos dieron un toque impresionante. Serenos, inmutables, parecían saber el libreto de memoria. Se fueron al descanso con un merecido 1 a 0 en su haber.

Pienso que algo de ventaja les dio el hecho de que Mukenio (debo confesar que pensé que el Muke era un rústico y picapedrero defensor y resultó ser un 5 al mejor estilo Redondo) y sus secuaces nos hayan visto jugar todos los partidos ; pero sería infantil justificar la derrota con ese argumento. La verdad es que la 12 no dió pie con bola.

Para colmo apenas arrancó el 2° tiempo nos metieron el 2° gol.

Y lo que no se puede con fútbol se puede con fuerza y de eso la 12 sabe. Fuimos al frente a cambiar la realidad. Sin fútbol, desprolijos y despechados, ayudados por unos necesarios y eficaces cambios, conseguimos el empate. Pitos, matracas, bombos y tambores. Los naranjas resucitaban y estoy seguro que a los jugadores del equipo organizador se les fruncía el sudado upite.

Pero en menos de un minuto la historia vuelve a cambiar y después de unos fallidos despejes el esférico cae en los pies de un clandeplayer que remató directo al arquero que, en vez de embolsar el balón, da un rebote que obviamente el Clande no duda en mandar al fondo de la red. Con el último aliento los naranjú van con tantas ganas que se juegan el todo por el todo y en un contragolpe mortal nos marcan el 4°. Pitazo final, 4 a 2 y a llorar a la iglesia.

Abrazo de gol para todos.

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