ESPERANDO LA NOTA DE GERMAN
Vos chichipio, que detestas los aires intelectualosos en una nota, podes pasar de largo de este post.
Podes seguir viendo lo que no existe.
Llorando en el bar.
Esperando a Papá Noel.
Desde los principios de la humanidad humana hemos tenido una propensión obsesiva por atravesar umbrales.
Tenemos una cosa con las puertas, con atravesar las puertas, que funciona casi como mandato instintivo.
Quizás la relación este dada en la metaforizacion del desvirgue de la primera novia.
Del entrarle a esa conchita cerrada que se hacia desear.
En ese papito con restos de olor a meo.
Indepilado.
Por ahí la cosa sea mas edifica.
Quizás sea la simbolización de la vuelta al útero.
El “come home”.
Siempre están ahí.
Las puertas.
Los portales, o más específicamente, los portales a ser franqueados.
Veamos algunos ejemplos retratados por el arte.
Alicia, en “Alicia tras el espejo”, cruza un portal para llegar a la adolescencia.
Para perder la inocencia del mundo infantil.
Los viajeros de “El túnel del tiempo”, atravesaban una especie de portal espiralado para moverse a través del “espacio tiempo”. (en la actualidad hay una versión berreta y pretenciosa que creo se llama “Stargate” (puerta a las estrellas), que no dice absolutamente nada).
Que decir de las puertas que separan al formidable Batman del insípido Bruno Díaz.
Una puerta a los Batitubos, y otra a la salida de la Baticueva.
Es mas, las puertas se han vuelto tan naturales que ni siquiera necesitan su existencia material.
Un agujero, ubicado en el lugar que corresponde, es el mejor de los portales.
Me acuerdo de un maravilloso cuento de Lovecraf que se llama “El que acecha en el umbral”.
Mete miedo desde el titulo.
Nada mas terrorífico para la mente humana que no saber que carajo hay detrás de una puerta.
Y en nuestro bendito y miserable fulbito, que mierda simboliza el arco, “la portería” sino el pasaporte a la gloria.
En las canchas nuevas, (todavía se nota el hecho de que no hicimos pie, aun no podemos llamarlas con un nombre propio, aun carece de identidad), los pibes de Fénix han encontrado su propio umbral.
Quizás algún mariconazo diga que es un umbral “un tanto devaluado”.
Y si es verdad que no es el pasaporte a una nueva vida, ni al despertar de la meta conciencia, ni el paso a una vida completamente distinta a la que se deja atrás.
Pero este umbral.
Mas “ojete” que “vulva”, (ya que se encuentra detrás de todo, detrás del mismísimo sobrevalorado arco”) como buen culo, satisface necesidades mas terrenas que el místico “tres palos”.
Los pibes de Fénix han descubierto, descubierto y usado como corresponde, esa puerta que les permite jugarse un fulbin, y tras cartón, poder darle al cartón.
Como creo que le dijo Morgado, un portal bien Clandestino.
Vos cagon, seguí pagando lo 4 pesitos.
Acá nos gusta entrarle bien por el culo a los límites.
2 comentarios
Anónimo -
Sergio Mini DT del 4 -