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DATOS

Antes del final

Para comenzar esta atípica nota (tal vez sea la última del año) quisiera  comentar algunos  curiosos y deliciosos ribetes psicológicos de los equipos que llamaron mi atención durante estos últimos meses.

·         Empezando por la asistencia de los players que se hace perfecta si el team viene ganando y por lo tanto se fortalece fecha a fecha o, por el contrario, la notable ausencia de jugadores cuando no hay  pródigas cosechas, generando de este modo una suerte de profecía autocumplida de fracaso cuando tal vez el equipo podía haber mejorado su performance. No se ajustan a esta lógica los lesionados (que  a esta altura son muchos) y los ausentes con aviso por motivos familiares o laborales que obviamente están exentos.

·         Siguiendo con el desempeño netamente futbolístico vamos a observar que dentro de la cancha las escuadras que se mantuvieron en lo más alto de la tabla sintieron un gran peso cada sábado, porque se sabía que un punto resignado equivalía a bajarse del campeonato y eso hacía que cada cotejo fuera una final (sino que lo digan mis colegas de dichos equipos); sumado al imperativo categórico que dice que equipo de arriba de la tabla debe vencer al de más abajo con facilidad (una mentira tan grande como la de “el que puso dólares tendrá dólares”)  no es difícil darse cuenta que se entraba a la cuadra de juego bastante presionado. Presión que en muchas ocasiones se volvió en contra y si a esto agregamos que estamos en el CCFV, que no hay equipo chico y que, para cualquiera que sienta el fútbol y ya no esté involucrado en la lucha del campeonato, no hay nada más lindo que bajar al puntero, están dadas las condiciones necesarias para la temperatura del Newbery se aproxime a la del sol.

·         Por  último, es increíble la relación que se genera entre los jugadores los árbitros. Solamente viendo dos o tres partidos por fecha me alcanzó para ver un sinfín de actitudes y reacciones que van desde los insultos, pasando por las amenazas y empujones, hasta los golpes de puño. No haré sobre esto un juicio de valor ya que no tengo dudas que todos tenemos la misma opinión formada sobre el tema.

Ésto es solo una muestra de lo complejo que es el ser humano aún cuando se divierte o al menos lo que yo observo.

Bueno, solo para decir algo del partido del sábado comento que la 12 jugó contra el Fox Team y obtuvo los tres puntos que se disputaban. Los de la Media no jugaron bien y no me interesa analizar si fue por mérito del rival o por propias falencias debido a que nunca asistimos a un partido de trámite tan sórdido, tal es así que los rivales se olvidaron que jugaban contra nosotros para ocuparse de jugar contra el árbitro.

Por otro lado, el Clande confirmó que se jugaría una final para definir el campeonato. Le ganó al 115, lo dejó afuera de la pelea por el campeonato y rompió el decoroso récord que ostentaban los licenciosos de no se cuantos partidos sin perder  (muchos, tantos que no se si podrán ser igualados).

En estas condiciones los equipos llegan a la final:  los subrepticios empujando del trono a los tricampeones y con el ego en lo más alto, la ex naranja mecánica con un presente que deja lugar a dudas pero con la credibilidad que otorga el hecho de nunca haber abandonado la punta.

Y esta final será rara; la victoria consagra campeón inmediatamente al que la obtenga, pero el empate, puede hacer que el tercero en discordia, el Ostri, demuestre que el no bajar los brazos y seguir, siempre seguir, da sus frutos.

Cualquier cosa puede pasar, por ello considero que ahora es el momento de agradecer y no después, porque lo que venga el sábado está demás.

Gracias a todos los equipos por las palabras de aliento, por las chicanas, porque no hay equipo con el que no nos saludemos a pesar de desconocer  nuestros nombres  y porque siempre hubo un saludo sincero al terminar cada partido.

Y a mis amigos de la 12 ¿qué les puedo decir? Gracias porque demostramos que somos un gran equipo dentro y fuera de la cancha, porque los lesionados y suspendidos asistían igual cada sábado demostrando que el partido no se juega sólo adentro del field, porque alguna vez alguno no jugó porque el partido estaba chivo y dijo convencido “no hay problema”.

Ya no pido nada, yo sé que está demás, yo sé que el sábado, una vez más, vamos a dejar todo. Porque sé que a ustedes, tanto como a mí, nada nos gustaría más que levantar la copa y dar la vuelta olímpica.

Lo único que puedo gritar y no me importa que me digan que soy un puto de mierda es:

LOS QUIERO MUCHO.

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