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My dear Arsenio: Agradezco sus elogios, inmerecidos pero halagadores,sobre mis humildes servicios y no puedo menos que responder a sus siempre agudas inquietudes.

Punto Nº 1. ¿Cómo hacemos, dice Ud, para que los pueblos no se equivoquen? Si yo tuviera esa respuesta con absoluta certeza, my brother, sería el dueño de Aruba o Ibiza rodeado de hetairas abanicándome con hojas de palma, con las palmas precisamente, de las manos debajo de la nuca viendo cómo se desplaza el sol por un cielo hecho sólo para vip`s.

Los pueblos son, permítame la burda, inexacta y torpe analogía ( pero a esta hora de la noche a mi amigo Jack Daniels y a mi no se nos ocurre otra) como las personas. No queremos ni nos gusta equivocarnos, pero lo hacemos, somos emotivos, volubles y a veces sacamos inferencias erróneas de indicios que luego nos parecen evidentes, pero que en su momento, interpretamos para la mismísima mierda. Lo bueno ( aunque a veces doloroso) es que del error aprendamos a no cometerlo otra vez, eso sería experiencia , que al decir del inefable Ringo Bonavena "es un peine que te regalan cuando ya estás pelado" -¿Qué usamos?- Me acosa Ud _ ¿Cabeza o corazón? _ y a mi se me ocurre, aunque a Ud no le gusten las recetas ni las fórmulas, que debe ser lo mismo para la vida que para el futbol, para los pueblos como para las personas, "Cabeza fría, Corazón caliente" ( parece un título de "Men Gilson"), claro que del dicho al hecho hay un océano de contradicciones que "te la voglio dire" pero también es cierto que nadie nos dijo que sería fácil.

Punto Nº2: Con respecto al torneo CCFV y a la mayoría docente? como Ud lo expresa, permítame citarlo a Ud mismo cuando en uno de sus notables escritos se identificaba (como la inmensa mayoría de los players de dicho torneo) con el slogan de una publicidad que habla de "los futbolistas que trabajan de otra cosa" de esta manera nuestra Primigenia "profesión" de futbolista competitivo ,cual "ello" de la estructura psíquica freudiana, se impone sobre el "superyo" docente formador de párvulos y púberes y sobre el "yo" de ciudadanos de una limitada democracia supuestamente representativa, provocando el consabido efecto "se le saltó la térmica" o similar, absolutamente condenable , pero al parecer, casi inevitable (lástima, porque realmente podría evitarse)

Punto Nº 3 : No recomendaría ir a La Haya, se perdería la dignidad lograda al no reclamar, sería la negación del viril acto de asumir el error de "dormirse" ante la avivada, turra, pero potrerilmente válida, del rival de turno y estar atento en el futuro (ver Punto Nº 1 cap. "aprender de la experiencia")

Ojalá haya podido satisfacer sus inquietudes. Le envío un abrazo .