EL MURO DE LOS PERROS
NO TIENE NADA QUE ENVIDIARLE AL CAIDO MURO DE BERLIN.
TRAS EL, SE ESCONDEN FEROCES BESTIAS CUYO UNICO FIN EN SU PERRUNA VIDA ES HACER CAGAR LOS BALONES QUE, JUGADORES DE POCA PUNTERIA Y ESCASO TALENTOS, LES HACEN LLEGAR DE UN FRUSTRADO PUNTAPIE.
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