Blogia
DATOS

CATE 97. DOS DEL COCO

A UN AMIGO

 

Chuequito, no te rindas, si vos nunca aflojaste, no pudo frenarte la vida que te desprotegió de pibe, entonces no arrugues, vos que me enseñaste tanto, si vos hermano, que te plantaste con todo cuando el paso del tiempo hacia mella en tu alma.

 

Siempre fuiste optimista, tirando de un carro pesado que el barba te acomodo, cruel y sin sentido, como si fuera tu culpa haber nacido sin nada.

 

Vamos chueco, carajo, acordate de las batallas ganadas con tus pamperos de lona y tus medias de toalla, cuando esa zurda dibujaba, obras maestras, que ni el Diego imaginaba.

 

Por favor amigo no me des la espalda, si siempre te ponías al frente y me bancabas las malas.

 

No te puedo ver así, sin tu sonrisa y en calma, esperando que se acabe esta maldita mañana, que llegue la parca a buscarte para abrazar a tu querido tata.

Que seguro espera sentado en alguna grada oxidada el regreso de su chueco, para endulzar esas canchas que ya no serán de tierra, serán celestes y blancas.

 

Clásicos abra en el cielo cuando se enfrenten las almas, y ahí seguro estaré que tu zurda endiablada seguirá haciendo milagros como el que espero, ya en vano, sentado junto a tu cama.

 

Me resigno a no tenerte, a disfrutar de tus charlas, pero espérame chuequito que pronto estaré contigo para volver a las andadas, como cuando éramos chicos en nuestras queridas cuadras.



UN PROFUNDO AMOR

 

 

Por fin frente a frente, te acordaste de mí después de tanto tiempo, no me queda más que decirte gracias, gracias por dejarme escupir estas últimas palabras.

 

Cuantas veces te acaricie, te mime, te lleve hasta lugares que nunca jamás nadie te llevo, sin embargo caprichosa, te hacías rogar y tuve que ir a buscarte, pero ahora acá estas mansita, entregada.

Siempre coqueteaste con otros, que no te tuvieron piedad y te dejaban abandonada, abrumada y menospreciada, sin embargo igual me ignorabas, me esquivabas.

 

Yo te pedí, te grite, te suplique que volvieras, pero no, no tuviste compasión, te encargaste de destruir mis sueños, me dejaste rendido ante la desolación del fracaso.

La última imagen que tengo de vos es aquella en la que te fuiste entregada en brazos de ese otro, que te llevo vaya a saber donde apretada a su pecho.

Fue mi última vez, doce pasos nos separaron de ese amor eterno, pero deja, no te guardo rencor, si me hiciste pasar los años más felices de mi vida.

No me decís nada, porque sabes que me traicionaste, yo te cuide como nadie, mil veces te bese, te rescate de maltratos.

Ya se, no todo fue tu culpa, también te di prestada, te entregue, pero siempre volvías y a vos te gustaba.

 

Sin embargo acá estas delante mío, cabizbaja, acompañándome en mi soledad, mirándome postrado como me fueron pasando los años y ya no puedo, quisiera darte lo que mereces, pero ya no.

 

Se que me porte mal, te encerré y te corte la libertad, pero es muy fuerte sentir que te podía perder, aunque me di cuenta que ya es hora que viajes, que sos mas feliz disfrutando de la vida, bajos los pies de otro que te haga sentir lo mismo que yo.

 

Por eso te digo adiós, gracias y perdón, vieja pelota de antaño.

 

 

 

0 comentarios