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¡MONEY MAKE THE WORLD AROUND!

¡MONEY MAKE THE WORLD AROUND!

por Luis Gonzalez.

para mi hermano El Colo.

 

Antes que nada, perdonen mi prosa, hoy mas torpe que nunca, ya que los hechos que voy a relatar me entristecen de una forma indescriptible.

 

A mi también me cayo la ficha.

Ahora yo también tengo que decir, que gritar, hasta que las cuerdas vocales tengan como único destino una “inquerible”  ART, tengo que contarles a todos que eran verdad todos los rumores que se contaban acá y acullá.

La mentira salio a la luz, y sin anteojos oscuros.

La verdad, que “estaba a la vista” (gracias x – files), ya no puede ser tapada por toneladas de papel fotocopiado, y millones de bites informáticos.

 

Si hermanos, (hoy mis hermanos mas que nunca), el Clande compra los partidos y los campeonatos.

 

Fue durísimo el desengaño.

Como si fuese un “cornudo conciente” tarde 5 años en darme cuenta de la “vileza” de los integrantes de la escuadra tricolor.

 

Si dios existiera, solo le pediría que me enceguezca, cual “Edipo matancero” para que mis ojos glaucos no soportasen un solo segundo mas la visión de tanta corrupción, de tanta maldad.

 

Voy a contarles los hechos que desnudaron la “ignominia Clandestina”.

 

Que los hados y los viejos bardos me acompañen para que las palabras sean todo lo justas que esta narración necesita.

 

Que San la Muerte y el Gauchito Gil me den las fuerzas para que desfallezca en medio del relato, inundado por el miedo y la repulsa que me provocan los hechos narrados.

 

Contare los hechos como se dieron “fría y cruelmente” y después explicare el significado de cada uno.

 

Aclaración del narrador: si hay hermanos/as impresionables, sensibles, claros y prístinos de corazón, los invito a que dejen de leer, a que no arrojen un tizón de nieve negra sobre su alma, los invito a que vayan a leer el comentario siempre perfecto, siempre inteligente del Licencioso Morgado, y que salve su  cristalina alma.

 

El hecho que produjo una catarata de verdad se dio al final de la jornada sabatina.

Durante dicha jornada, yo, con mis ex hermanos del Clande, (que ha esta altura son algo así como “las hermanastras de Cenicienta”), había consumido una “7 – up Light”, y en la reunión del bar, “un café sin azúcar”.

En el momento de poner la tarasca para saldar la deuda, el “Fariseo”, “General Clandestino Molver”, me dice, “son 35 pesitos”.

“35 mangos!!!, a quien carajo matamos”, fue mi ingenua respuesta.

“decime boludo, cuanto te crees que me costo aparecer en “los top teen” de goleadores”, me contesto con una sonrisa en la boca que haría las envidias del mismísimo guasón.

 

Ahí nomás, solo tuve que emplear “el método retrospectivo de análisis socio histórico” para desentrañar la miserable jugarreta del equipo de los hermanos “Murphy”.

 

Veamos:

 

Ya de entrada, cuando se produce el sorteo que decide quien elige arco, y quien da el puntapié inicial del partido, ocurrió un hecho que me llamo profundamente la atención.

 

El “Muke” le acerca al arbitro una lustrosa moneda de de plata. Muy parecida a la que carga en el bolsillo de su camisa vaquera el inolvidable Giulano Gema, y que le salva la vida en aquel fabuloso western llamado “El Dólar Marcado”.

Sigo, el arbitro la arroja al aire, y antes, machismo antes, de que la moneda toque el suelo, o caiga rendida en la palma de su mano cual copo de nieve en agosto, el tipito le dice al Muke, “ganaron ustedes, que eligen”… tras cartón, baraja la brillante moneda en el aire, la encajeta en el bolsillito del pantalón que cobija “las tarjetas mas odiadas del fútbol”, y le hace un guiño al Muke, como si le dijese “todo en orden, papá”.

 

Acá va un párrafo aparte.

Algo que nos brinda una pequeña lucecita entre tanta oscuridad.

Una pequeña piedrecilla entre tanto fango pestilente.

Veamos.

 

El Clande “gana” el sorteo y va a elegir arco.

Con un viento soplando a mas de 300 Km. por hora, lo que manda la regla es elegir ir contra el viento en el primero, y a favor del viento en el segundo. (Para jugar con el cansancio del rival, y facilitar la pegada al arco o la lluvia de centros a la ollita).

Pero el técnico, (si escuchaste bien, El Clande se da el lujo de garparle a un tipo para que todos los sábados venga a hacerle de “técnico”, de donde carajo te pensas que sale la guita), le dice al Muke, “vamos a favor del viento en el primero”…????????

Esto nos da esperanzas hermanos/as, nos deja la moraleja de que por mas dinero que se ponga, por mas dinero que se use suciamente, “jamás de los jamases, los que detentan el poder que da el vil metal, jamás podrán comprarse un cerebro”.

 

Un par de minutos después se produce otro hecho que me tuvo directamente involucrado, y que si bien en ese momento me resulto totalmente incomprensible, después fue “desvirgado” en toda su intensidad.

 

Los del Fox arman una contra.

Pique del delantero por el medio.

Abren para la izquierda a un tipo que iba de punta.

Julito sale a cortar, pero el delantero se la toca por arriba.

La globa emprende su vuelo hacia la red… pero, y anota bolú, “yo, que estando viejo, retirado, fracasado, y varios ados mas, todavía me queda la magia para saber a donde va a caer la pelota”, así que me mando por detrás de Julito y evito el gol rechazando el esférico un metro antes de la línea de gol.

 

Si la jugada fue magnifica, mas magníficamente perverso fue lo que la siguió.

Mientras el jugador del fox le pedía al referí que volviese la jugada atrás, (si es posible bien atrás, al año 68 si es posible), el arbitro se me acerca a unos pasos y me dice, “pelotudo, la próxima te vas de la cancha”, para luego darse vuelta y alejarse en un trote, mientras sacaba de un bolsillo casi secreto una libreta color azul, de esas que se usaban para que el almacenero te anotara “el fiado” que sacabas después del quince de cada mes, cuando te quedabas sin un mango. Esas que tenían las hojas con un margen en rojo y eran medias cuadriculadas.

El tipo empezó a anotar.

Yo, que sigo al pie de la letra el “dogma” que me auto impuse, me calle muy respetuosamente, y solo atine a pensar, “que raro que no anota en el reverso de las tarjetas como cualquier otro arbitro”, y seguí jugando.

 

Mas luego, empecé a ver que el referí ante cualquier fallo sacaba la mencionada libreta y anotaba.

Ahí me percate que lo hacia con una lápiz que llevaba en la oreja, y al cual antes de escribir mojaba con la punta de la lengua.

El tipo no dejaba pasar una. No porque fuera muy estricto, sino que “no dejaba pasar una sin registrarla en la libretita”.

Más aun cuando los fallos favorecían al equipo de “LA MESA” (perdónenme que ya no pueda llamarlo mi equipo).

 

El fulbito seguía.

El Clande se ponía 2 a 0.

Y al árbitro se lo veía extrañamente feliz.

 

Es ahí que se da otra jugada rarísima.

Mas bien lo rarísimo es lo que siguió a una jugada común, a un penal grande como una casa.

Un defensor de Fox se mando una de “handball”, mas que de handball, una “de Manu Ginobili” para evitar la caída de su valla.

El referí pita, otorga la sentencia desde los 11 pasos, pero veo que lo mira al defensor Foxiano y le susurra al oído, “pibe, hacémela mas difícil”.

“esta loco”, me dije, como carajo le va a pedir que se la haga mas difícil.

Que mas quiere un arbitro que un penal clarísimo para cobrarlo y chau.

Que nadie le reclame nada, que todo siga encarrilado.

Pero claro, yo soy un pelotudo importante. Después entendí el extraño pedido del de “negro”.

 

Para colmo cuando Pablito le entrega una “masita fina” al arquero, el juez le grita, “te pareces al Uruguayo. Pegale como un hombre”.

 

Plugo a las musas que saben acompañar a Calamaro, (porque las provee de fasito), que me den las energías para que pueda concluir este ingrato relato.

Espíritu de Carlitos Marx, vos que te escribiste los 11 tomos del Capital sin tener un “words for Windows”, dame la valentía que un hombre justo y honesto necesita para desenmascarar al estos “lúmpenes”, a estos “falsos apóstoles de la gran burguesía imperialista”.

Mamá, viejita linda, dame, desde esa nubecita donde estas ahora, la nueva teta de la vida, para que yo no desfallezca y vos puedas sentirte orgullosa nuevamente por tu hijo redimido.

 

“déjenme llorar tranquilo, la gran concha de su madre”.

Solo así, el agua salada de mis lagrimas podrán aliviar el infinito dolor que me provocan estas palabras que escribo.

 

Ya en el segundo tiempo los muchachos de Fox embocan un gol.

Un lindo gol.

Toque y toque.

Sombreo y empalme.

A la red y a cobrar. (Perdón por lo de cobrar).

 

AAAAAAAAAAHHHHHHHH la mierda!!!!

Lo tenías que ver al discípulo de Jorgito Gomez.

La cara de orto le llegaba hasta el piso.

El partido se ponía 2 a 1, y se abría la posibilidad que Fox lo remontara.

El chabón estaba como loco.

Miraba desenfrenado para todos lados, hasta que sus ojos, inyectados en sangre, se cruzan con los de “Jason”, (actual capitán del Clande), y ahí le hace una extraña seña con las manos.

Le muestra las dos manos, dedos bien abiertos, palmas hacia el frente, la típica señal del “diez”.

Jason lo relojea y le hace “que si” con la cabecita.

Yo que no soy mas boludo solo porque los slips vienen hasta el talla 70, pensé “que bueno, el referí dice que faltan 10 minutos, aun podemos, con esfuerzo, talento y alegría, estirar un poco mas la diferencia”… pero que pedazo de paspado, la seña era por otra cosa.

La seña era la “señal de la degradación total”.

 

Una más.

La más humillante para mí.

Yo estaba en el banco.

Había salido en el entretiempo para que pudiese jugar un hermano.

Le digo a Marito, mi técnico, “negro, faltando cinco dejame entrar que me quede con ganas de jugar un rato”.

Les aclaro algo para que puedan entender mejor lo abyecto del obrar del equipo Clandestino, (no por nada tienen ese nombre de  mierda. Bien tenia razón la psiquiatra de mi jermu cuando le decía, “con ese nombre seguro que algo esconden”), en el Clande siempre somos como 20. Hemos resuelto el quilombo de quien juega y quien no, jugando un rato cada uno, y después armando un amistoso, o dos.

Bien

El sábado pasado no había amistoso, nosotros éramos apenas 10, y para colmo el técnico me había dicho antes de entrar, “hoy jugas todo el partido!!!!!”

“mentiroso hijo de puta. Falso del orto. Mercenario.”

La cosa que estoy en el banco esperando la señal del arbitro de que faltan los últimos cinco y que si mentes un cambio es ahora o nunca, y el técnico me dice, “preparate para entrar”. Yo salto del banco, estiro un poco, y me paro en la línea del lateral con los ojitos llenos de alegría por volver al campo de juego.

Pero no.

El referí se da vuelta y pita el final del partido.

Cuando viene para “LA MESA”, le digo, “te olvidaste de avisar los últimos cinco”, y el tipo me responde, casi cagandose de risa “hice lo que me pidió tu DT”… a lo que el DT agrega, “después te doy lo que arreglamos” y se ríe “ja, jaj, ja”.

Deplorable.

 

Y acá hermano/as empieza la debacle que pone negro sobre blanco la “TRAMPA CLANDESTINA”.

 

El arbitro, el de negro, (nunca mejor empleada esta imagen, “el de negro”, en toda su negritud para hacer juego con el alma preta (para bolú lo de “alma preta” es un hallazgo de puta madre) de los “miserables” Clandestinos), el “soplapitos” se llega hasta la mesa y se pone a hablar directamente con el Muke y Leito.

Antes de hablar, se abrazan y se besan como si fuesen amantes.

A ellos se le suma todo el plantel Clandestino, (menos yo, por supuesto), y arman un “tremebunda orgía”.

Después, saciados de “sexo y marihuana”, retoman la charla.

Ahí es cuando el tipo pela la libreta azul, escupe la punta del lápiz, abre en la hoja de anotaciones y arranca:

 

1 gol anulado 25 $, pero como lo salvo este pelotudo, (y me señala), te lo dejo a 2 pesitos.

 

1 penal, claro no dudoso, 20 mangos. Si lo erraron se joden. Si querían penal con garantía, (adelantamiento del arquero, invasión de area y otras vilezas por el estilo), eran 50 sopes.

 

15 laterales, te los redondeo en 10 pesitos.

 

4 corners, a 2,50 cada corner son también 10 mangos.

 

10 pesos mas por “darles una mano” después del 2 a 1.

 

15 pesos por gol, y son cuatro, 60 pesos, menos uno que te hicieron, son 45, te lo dejo en 40 mangos derecho.

 

Y dejar a este boludo afuera, (me vuelve a señalar), hoy no te lo cobro. Me cague de risa viéndolo que quería entrar y se quedo paradito como un pelotudo!!!!.

 

Ahora entendí todo.

“todo estaba negociado”

“todo estaba Tarifado” (perdón por ultrajar su apellido, Javier Tarifa).

“todo es un miserable negocio”

 

“LA MESA TE ESTA CAGANDO LA GUITA PARA COMPRAR CAMPEONATOS, PARTIDOS, PUTAS, SCABIO Y FASOOOOOO!!!!!”

 

Por eso me puteo cuando salve el gol.

Por eso quería un penal dudoso… dudoso eran 50 mangos mas para su bolsillo.

La seña del 10, no eran “faltan 10 minutos”, eran “si me das diez mangos te inclino la cancha como una montaña rusa”.

 

El fin de la ingenuidad.

 

Y yo que me enorgullecí al ver como el Muke y Leito le paraban la chata a los del Fox que se animaban a decir “ustedes compran los partidos”.

Como se les paraban de manos demostrando amor por su labor, hidalguía por su constante sacrificio.

Pero que mierda!!!!

Son dos pedazos de hijos de puta!!!!

Son “Robert de Niro y Al Pacino” robando como en la ultima película.

Si a Leito hasta le temblaba la voz cuando quería pelearse.

Un actor de lujo.

Para el mismísimo Oscar.

Y el Muke, parecía que los iba a cagar a trompadas, pero en realidad no avanzaba, sino que retrocedía con un paso tipo “caminata lunar”.

Grande negro, sos “el Mohamed Ali” argento.

Cuanto “acting”.

Cuanto talento puesto al servicio del mal.

De la mala leche.

 

Sigo.

El referí escupe moja el lápiz y entra a sumar….

“son 20 deacaa, 10 de allá, un bucito, una par de laterales, 25 de este oootro laado… te redondeo todo por 150 pesitos, una ganga”.

 

El negro Muke saca un sobre de papel madera y le ofrece efectivo.

“se me complica el traslado”, le dice el referí.

“¿aceptas tarjetas?”, le redobla el Negro.

“manzana!!! ”, va el juez.

 

El Muke abre la riñonera y pela una tarjeta “Visa”, que por el color debe ser “ultra platino”, esas que no tiene límite de compra, ni de extracción de guita, ni de una mismísima mierda, y le hace un “boucher” al árbitro, apretando la tarjeta contra los papeles entre sus propias nalgas.

 

“¿necesitas un ticket?”, dice el arbitro.

“no, esto va en Negro”, le dice el Negro al de negro.

 

El tipejo se va.

Todos empiezan a rumbear para otro lado.

Yo estoy clavado al banco.

Perplejo.

Azorado.

Destruido moralmente.

Entonces los de “LA MESA” se dan vuelta y me dicen, “no mariconees boludo”, todo esta en orden, y cagándose bien de la risa me largan… “CAMPEONAR… HAY COSAS EN LA VIDA QUE EL DINERO NO PUEDE COMPRAR, PARA ESO ESTA  VISA”.

 

 

 

 

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